El Sepulcro de la Experimentación Arquitectónica- el CAD
El CAD ha sido el virus intelectual que ha infectado la imaginación arquitectónica global por cuatro décadas. Lo que prometía ser liberación se convirtió en prisión. Lo que anunciaba como revolución resultó ser el más sutil status quo. El Computer-Aided Design no ha asistido al diseño: lo ha estrangulado.
Su lógica bidimensional, heredera directa de la mesa de dibujo, trasladó al ordenador no un nuevo paradigma, sino la inercia y los vicios de los antiguos procesos proyectuales sumando nuevos vicios propios .
No propuso otra forma de pensar el espacio, sino que encapsuló la representación en planos, secciones y alzados como dogmas .El espacio es solo una conjetura teorica en la lógica bidimensional del CAD.
El CAD no es una herramienta neutral: es un medio ideológico que determina el resultado antes incluso de que comience el proceso creativo. Y este medio es su fin en si mismo. Desde Dubai hasta Medellín, desde Shanghái hasta Londres, la arquitectura contemporánea habla el mismo lenguaje monolingüe del software.
El resultado ha sido una arquitectura domesticada, globalmente homogénea, donde la aparente precisión del CAD borró las particularidades culturales y experimentales del oficio. Las herramientas, en lugar de abrir el campo de posibilidades, lo clausuraron: replicando un orden productivo que satisface burocracias y normativas, pero no genera innovación.
La diversidad cultural arquitectónica, forjada durante milenios de adaptación local, ha sido arrasada en una sola generación por la logica conceptual bidimensional de la herramienta.
El CAD ha convertido la arquitectura en una práctica de "bounded ideation". Los arquitectos ya no imaginan lo imposible: imaginan lo posible dentro del software. La experimentación genuina ha sido reemplazada por la combinatoria finita de comandos predeterminados ,quizas bien organizados en capas y en colores....
La industria arquitectónica, narcotizada por cuatro décadas de CAD, se resiste al BIM como el adicto se resiste a la rehabilitación. El BIM representa la superación del pensamiento bidimensional, pero los profesionales, atrofiados conceptualmente por el CAD, prefieren la comodidad de sus limitaciones conocidas.
Esta resistencia no es técnica: es ontológica.
El CAD ha producido una generación de arquitectos que piensan en capas planas, incapaces de concebir la arquitectura como un sistema integral y colaborativo.

El BIM exige un pensamiento al menos tetradimensional (espacio + tiempo + información + proceso), pero el cerebro bidemensionalizado por décadas de CAD, se encuentra cognitivamente impedido para dar el salto. Manteniendo el desproposito conceptual de una disciplina espacial que se funda en "planos".
Pero mientras la disciplina siga anclada a la bidimensionalidad del CAD —a sus capas, sus bloques, su mentalidad de "planimetría infinita" a la logica "inutil de zoom microscopico "— el salto no se dará y la homegneizazión global de la producción arquitectonica se mantendra.
Lo que debería haber sido un puente hacia una praxis digital expandida terminó siendo una cárcel conceptual: un oficio entrenado para pensar líneas en lugar de modelar espacio y materialidad.
Así, el CAD no sólo estancó la experimentación formal y espacial, sino que cultivó un hábito profesional de complacencia. Un software que prometía eficiencia terminó fomentando pereza crítica, sobrecostos adicionales por imprevisión de interferencias y desconocimiento de interoperabilidad y planeación, alimentando un estilo universal sin identidad y bloqueando el tránsito hacia metodologías integrales, paramétricas y colaborativas .
La enseñanza y generación de la arquitectura, bajo la hegemonía del CAD, quedó atrapada en la paradoja de un instrumento tecnológico que, en vez de propulsar el futuro, fosilizó el presente conceptual.
En tiempos que todas las disciplinas replantean sus metodos por la I.A. La enseñanza ,el pensamiento y la producción de arquitectura agota sus recurso y dilapida sus medios resistiendo con las herramientas conceptuales de medio siglo atras.
I.C.U. junio 2025